Podoposturología
La Podoposturología estudia la relación del correcto soporte de los pies y las adaptaciones posturales que se desencadenan en el cuerpo. Profundiza en el estudio de las alteraciones del raquis, distribución de nuestro centro de gravedad y la interrelación con el resto de captores posturales y cadenas musculares.
En la planta del pie y en los tendones existen numerosos receptores sensitivos conectados con el resto del cuerpo a través del sistema nervioso. A través de los receptores del tacto, presión y estiramiento se envía información sobre nuestra posición en relación con el suelo y nuestro entorno. Todos estos receptores podales son los responsables de enviar al sistema nervioso central, ya través de él a las cadenas musculares la información de distribución de nuestro centro de gravedad, la distribución de las cargas, de cómo debe adaptarse nuestro raquis y si nuestro cuerpo debe estar más 'anteriorizado' o 'posteriorizado'. Una disfunción de estos captores provocará basculaciones y torsiones de la pelvis, etc. como compensaciones sistematizadas globales.
“El cuerpo humano es un sistema oscilatorio, al igual que respiramos con una frecuencia o late nuestro corazón, nuestro cuerpo oscila para optimizar la postura y adaptarse al entorno”
Un podólogo formado en podoposturología estudia, valora y es capaz de entender la postura como sistema complejo, global e integrado en el cuerpo humano. No sólo valora las alteraciones propias del captor podal, sino todas las interrelaciones de los distintos captores posturales, que pueden ser posibles responsables de ciertas alteraciones del aparato locomotor, del equilibrio y del sistema propioceptivo.
Por tanto uno tiene la competencia y conocimiento necesario para saber cuándo debe tratar a través del captor podal mediante plantillas posturales o con plantillas clásicas (biomecánicas) o incluso mixtas. También puede testar y discriminar si es necesario actuar primero sobre la entrada plantar o derivar a otro profesional, dentro del marco de la posturología, que trabaje otra
puerta de entrada que sea más prioritaria que el pie, como sistema visual con un optometrista, captor oclusal con un odontoposturólogo, cadenas musculares con un fisioterapeuta, etc.